viernes, 30 de enero de 2009

Primeras Veces

Siempre se ha dicho que hay una primera vez para todo, y supongo que hay algunas primeras veces que se recuerdan con más cariño que otras.

Por ejemplo, el primer beso. El primer beso nervioso a los catorce años en la puerta del sol llena de gente y de adornos navideños. Aunque siempre hay un primer beso con cada persona, ya sea uno furtivo en el cine, otro culpable de perder un autobús y hay otros bochornosos que saben a error, aunque luego se recuerden entre risas.

También es digna de recordar la primera vez que se monta en bici, ¡con ruedines! obviamente, que uno es muy pequeño y no llega con los pies al suelo. Recuerdo la primera vez con cada bici: con la Orbea roja que me trajo Papa Noël con un camión de ilusión encima; con la de montaña, por la cuesta del camino aquel de tierra culpable de mis rascones permanentes en las rodillas; o con la de señorita con timbre, luz y cestita de mimbre (que aún conservo).

Hay muchas más primeras veces buenas, aunque también hay primeras veces malas....pero esas...esas mejor dejarlas quietas, no molestarlas....

Espero que esta primera vez también la recuerde pasado el tiempo, como hacen muchos de mis amigos que también escriben por aquí, y que me alegre de haber podido compartir lo que me pasa, curiosidades, pensamientos, viajes, fotos, ....y todo lo que se me/nos ocurra.

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